La hinchazón repentina y dolorosa en la base del dedo gordo del pie suele ser el primer signo de gota. También puede afectar a otras articulaciones. Si no se trata, la gota puede causar graves daños en las articulaciones y dificultar el movimiento. La buena noticia es que la mayoría de los tipos de gota son tratables, especialmente si se detectan a tiempo. Alrededor del 4% de los adultos en EE.UU. han sido diagnosticados de gota. Es, de hecho, la segunda forma más común de artritis después de la osteoartritis. Y es un problema creciente.

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"La frecuencia de la gota se duplicó con creces en todo el país entre las décadas de 1960 y 1990, y ha seguido aumentando en las de 1990 y 2000", señala el doctor Hyon Choi, médico que estudia la gota en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston. Los expertos sospechan que el aumento de las tasas de obesidad e hipertensión arterial es en parte responsable del incremento de la gota. La gota también se ha relacionado con otras enfermedades, como los problemas renales, la diabetes y las cardiopatías.

La gota está causada por pequeños cristales en forma de aguja que se acumulan en las articulaciones, provocando una inflamación repentina y un dolor intenso. Los cristales son de ácido úrico, una sustancia que normalmente se disuelve en la sangre y sale del cuerpo en la orina. Pero en las personas con gota, los altos niveles de ácido úrico permiten que se formen cristales en las articulaciones y a veces en los riñones, donde se crean cálculos renales.

La gota suele aparecer en el pie: Pie de gota

El ácido úrico procede de la descomposición de unas sustancias llamadas purinas. Las purinas se encuentran de forma natural en los tejidos corporales y en muchos alimentos. El consumo de alimentos ricos en purinas, como las vísceras, los mejillones y las setas, puede desencadenar o agravar un ataque de gota. El alcohol o el estrés también pueden desencadenar un episodio.

¿Quién debe diagnosticar y tratar la gota?

La enfermedad debe ser diagnosticada y tratada por un médico o un equipo de médicos especializados en el cuidado de pacientes con gota. Esto es importante porque los signos y síntomas de la gota no son específicos y pueden parecerse a los de otras enfermedades inflamatorias. Los médicos especializados en gota y otros tipos de artritis se denominan reumatólogos.

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¿Cómo se trata la gota?

La gota puede tratarse y gestionarse eficazmente con tratamiento médico y estrategias de autocontrol.

Su proveedor de atención médica puede recomendar un plan de tratamiento médico para lo siguiente

Controlar el dolor de un ataque. El tratamiento de las crisis consiste en la administración de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno, esteroides y el antiinflamatorio llamado colchicina.

Prevenir futuros ataques. Hacer cambios en la dieta y el estilo de vida, como perder peso, limitar el consumo de alcohol, comer menos alimentos ricos en purina (como la carne roja o las vísceras), puede ayudar a prevenir futuros ataques. También puede ser útil cambiar o suspender los medicamentos asociados a la hiperuricemia (como los diuréticos).

Una buena dieta es esencial para prevenir la gota: Dieta para la gota

Prevenir la formación de tofos y cálculos renales como resultado de niveles crónicamente altos de ácido úrico. Los tofos son depósitos duros de ácido úrico que se encuentran bajo la piel. A las personas que sufren crisis agudas o gota crónica, los médicos pueden recomendarles una terapia preventiva para reducir los niveles de ácido úrico en sangre con medicamentos como el alopurinol, el febuxostat y la pegloticasa.

Además del tratamiento médico, puede controlar la gota con estrategias de autocontrol. La autogestión es lo que usted hace en el día a día para controlar su enfermedad y mantenerse sano, por ejemplo, tomando decisiones de estilo de vida saludables. Las estrategias de autocontrol que se describen a continuación han demostrado que alivian el dolor y reducen la incapacidad, para que pueda centrarse en las actividades que le importan.

¿Cómo puede controlar la gota y mejorar su calidad de vida?

La gota afecta a muchos aspectos de la vida cotidiana, como el trabajo y las actividades de ocio. Afortunadamente, existen muchas estrategias de autocontrol de bajo coste que han demostrado mejorar la calidad de vida de las personas con gota.

Para la gota, en particular:

Lleve una dieta saludable. Evite los alimentos que puedan desencadenar un ataque de gota, incluidos los alimentos con alto contenido en purina (como una dieta rica en carnes rojas, vísceras y marisco o pescado) y limite el consumo de alcohol (especialmente cerveza y licores fuertes).

Hay muchos remedios caseros que ayudan contra la Gota, puedes conocerlos aquí: Remedios caseros para la gota